Autobendición
Bendigo este círculo y lo dedico a la diosa, a Deméter, yemayá, la mujer araña, esta noche de luna nueva y en todas las noches venideras.
Utiliza nombres y atributos de diosas que tengan significado personal. Invita la presencia y protección de la diosa en su círculo. Luego inicia la autobendición. Parándose sobre la sal rociada en el piso o sobre una hoja de papel blanco, la mujer moja sus dedos con unas pocas gotas de agua del cáliz del altar-también puede usarse vino o aceite- y hace contacto con ellos en la parte superior de la cabeza, la corona chakra, el kopavi de la mujer araña. Visualizando el color violeta claro del chakra dice,
“Bendíceme madre pues soy tu hija”.
Mete los dedos en el agua y toca su tercer ojo, el chakra índigo que esta entre los ojos y visualizando el color dice,
“bendice los ojos de mi mente, para poder pensarte y verte claramente”.
Vuelve a mojar sus dedos y toca el chakra de la garganta, visualizando su curativo color azul cielo y diciendo,
“bendice mi garganta para poder hablar bien y hablar de ti”
Toca su esternón, el chakra verde del corazón y dice,
“bendice mi corazón para que se habrá a tu esencia”.
Toca su plexo solar, el chakra del o, imaginando su color amarillo y dice,
“bendice el centro de mi energía, para estar sentada en la tierra”.
Luego coloca sus dedos en su abdomen inferior, el chakra naranja de su matriz y sus ovarios y dice,
“bendice mi matriz para crear nuevas vidas, nuevas ideas en tu nombre”.
Lugo toca sus genitales con el agua cáliz, visualizando el chakra raíz rojo claro y diciendo,
“bendice mi vagina, puerta de la vida y el placer, lugar de vida, el laberinto”.
Finalizando los chakras, la mujer puede detenerse y completar el ritual, seguir con sus manos y pies o dirigirse a los sentidos. Ella bendice mis ojos, “que pueda verte”, sus oídos, “que pueda escuchar tus nombres”; su nariz; “que pueda respirar tu fragancia”; sus labios, “que pueda hablar de ti”. Luego bendice mis senos, “que pueda dar alimento, como tú lo has “hecho conmigo”.
Toca con el agua de palma de cada mano diciendo, “bendice mis manos para hacer tu trabajo y curaciones” toca la planta de los pies mientras dice,
“bendice mis pies para poder seguir en tus caminos”.
Para terminar el ritual dice,
“bendíceme madre, bendice a quien es parte de ti”.
Textos basados en los rituales de Diane Stein
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