Conmemorando el 25 de Noviembre: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Violencia hacia las mujeres
“Tomadas, cortadas y usadas”
Jean Shinoda Bolen y Christian Ortiz
-Christian Ortiz- Hay desconexión y falta de respeto por la vida en general. No hemos respetado ni la biosfera, ni el ecosistema, ni las especies animales, pero también tenemos una problemática cultural muy fuerte en el patriarcado. Es la violencia hacia la mujer y la cosificación de la misma, así como los árboles son vistos como objetos, algo que podemos llegar a talar y destruir; también pareciera ser que la vida de las mujeres puede ser simplemente talada y destruida. Es como si en esta cultura patriarcal las mujeres y los arboles estuvieran destinados a ser simplemente objetos ¿ve alguna relación entre esto?
-Jean Shinoda Bolen - Creo que hay un vínculo en ambos casos. A las mujeres, niñas y árboles se les trata como objetos de los que se puede disponer y utilizar. Nos fijamos en un hermoso árbol solo porque puede proporcionar madera y se pierde la esencia del árbol como un ser vivo, un árbol que ha estado, probablemente, más de lo que uno ha estado en esta tierra.
La situación de las mujeres es similar, ustedes están en un estado (Chihuahua, México) donde hay muchísimas trabajadoras que fueron a buscar oportunidades a la industria maquiladora de EE.UU. para ganarse la vida, una buena vida. Un montón de mujeres se pierden y desaparecen, se encuentran tal vez sus cuerpos y tal vez ni eso. Son como los bosques de tala, son simplemente tomadas, cortadas y usadas. Es la misma actitud ante la vida humana, la vida animal o el bosque. Creo que las personas que lo hacen tienen trastornos en torno a sus sentimientos, sí veo la conexión. Al grado que tratan al ser humano, a una mujer, como algo que se obtiene, se usa, se corta y se tira. Es horrible.
Extracto de la entrevista a Jean Shinoda Bolen por Christian Ortiz. Rumbo la 5ta Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer EL CALDERO NO. 8
Profanación al Templo de la Diosa:
Violencia hacia las mujeres y congruencia espiritual en la senda de lo sagrado femenino.
Christian Ortiz Velarde
Oh jovenes damiselas, vosotras que admitís a todos los extranjeros y les proporcionais hospitalidad, sacerdotisas de la Diosa Pitón en la rica Corintio, sois vosotras quienes al quemar el incienso delante de la imagen de Venus y al invitar a la madre del amor, procuráis para nosotros su celestial ayuda y los deliciosos momentos en que probamos los lujuriosos lechos donde se congregan los frutos delicados de la belleza.
GOLDBERG, The sacred Fire: The story of sex in religion
Cuando nos dedicamos de una u otra manera a la veneración de la Gran Madre, de diosa o reverenciamos lo Sagrado Femenino, no solo estamos refiriéndonos a una construcción simbólica y tealógica de la Deidad. Una veneración congruente requiere la sintonía de las creencias y de los actos. Cuantos hombres y mujeres alrededor del mundo centran su fervor espiritual en Ella, en la inminente Diosa, pero ¿cuantos realmente llevan a la cotidianidad el respeto y honra hacia lo femenino?
Ella es eterna, inminente, recreación y manifestación, su amor toca toda la existencia y nosotros nos vinculamos con ella, porque somos parte de ella.
En las diferentes tradiciones paganas en las que se honra lo femenino, existe necesariamente un cambio de paradigma que modifica la masculinización de la deidad y el espíritu creador. En muchas existen arqueomitologias y enseñanzas religiosas que describen la sacralidad de lo masculino y de lo femenino; por lo que necesariamente se pensaría que en la vida cotidiana de estos hijos e hijas de la diosa, habría una influencia conceptual y religiosa dirigida a la equidad de género, desafortunadamente la realidad en ocasiones nos refleja todo lo contrario.
Prácticamente todas las personas que actualmente practicamos alguna de estas sendas somos hijos del occidente judeocristiano y por añadidura de una serie de creencias introyectadas de forma inconsciente de generación en generación. Es decir tenemos una herida transgeneracional en donde lo femenino queda relegado, repudiado o incluso a veces despojado de todo poder e importancia. Y ya como se diría “como es arriba, es también abajo”, como vemos lo sagrado, lo divino, así nos relacionamos con lo cotidiano. Nuestra relación con nosotros mismos y con el otro, con el mundo completo, no es más que una manifestación de la relación que tenemos con las creencias ya consientes e inconscientes acerca del logos o sentido de la vida, es decir las estructuras metafísicas de índole religiosa, filosófica y sociocultural que dan forma a nuestra experiencia existencial.
Quizá una de las ideas nucleares más generalizadas en lo que respecta a la relación de lo sagrado femenino y su congruencia religiosa y fáctica, es el trato inequitativo y violento que se le da a las mujeres y niñas.
Es importante responsabilizarnos como hombres y comenzar a sanar y dejar atrás estas actitudes violentas y machistas, ya que si te Consideras hijo de Diosa, como es posible que maltrates y violentas a su templo Bendito, “que es el cuerpo, las emociones, el ser todo de las mujeres”. Por otra parte, también las mujeres que se ven como hijas de Diosa, requieren sanar y retomar el poder y dignidad como representantes de la fuerza de la vida.
Una cultura que pierde el respeto por las mujeres, por sus madres, por sus hermanas, parejas e hijas; es una cultura que va en contra de la vida, ya que ellas son el principio mismo de la vida; claro está, no solo a nivel de reproductividad biológica, sino en cualquier acto creativo. “las mujeres son las madres de la Cultura, de la medicina, del arte, de la religión, etc.”
La violencia contra las mujeres es sin duda una gran incongruencia dentro de la senda religiosa o devocional de la Diosa, no es tolerable ninguna de sus manifestaciones, sin embargo entendemos, pero no justificamos, que tanto mujeres y hombres la emiten o reciben por los patrones socioculturales de índole machista. Es por esto que necesariamente al entrar al jardín de la gran madre, debemos purificarnos y despojarnos de este bagaje limitante.
Las relaciones no tienen por qué estar supeditadas al poder sobre, al chantaje, al ultraje, a los insultos, a la miradas intimidantes, al despojo. Las relaciones de amor, fraternidad y sororidad han de ser bendecidas desde la equidad, entendiendo nuestras diferencias y nutriéndonos de las mismas. Que Diosa nos permita vivir en un mundo más pacífico y nos de sabiduría para Sanar tanta dolor de sus hijos e hijas. DIOSA ESTA VIVA!!
NO PODEMOS HABLAR DE UNA SOCIEDAD PACIFICA Y DE UN RETORNO DE LA DIOSA, SIN TRABAJAR A FAVOR DE LA EQUIDAD DE GENERO. DIOSA ESTA VIVA
El 25 de noviembre fué declarado día Internacional contra la Violencia hacia la mujer en el Ier Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá (Colombia) en julio de 1981.
En este encuentro las mujeres denunciaron la violencia de género a nivel doméstico y la violación y el acoso sexual a nivel de estados incluyendo la tortura y los abusos sufridos por prisioneras políticas.
Se eligió el 25 de noviembre para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en manos por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.
Sus cadáveres destrozados aparecieron en el fondo de un precipicio. Para el movimiento popular y feminista de República Dominicana históricamente estas mujeres han simbolizado la lucha y la resistencia.
Audio conferencia
EL AMOR NO DUELE - RELACIONES VIOLENTAS
Christian Ortiz
La violencia en una relación de pareja se refiere a toda acción u omisión que daña tanto física, emocional como sexualmente, con el fin de dominar y mantener el control sobre la otra persona. Para ello se pueden utilizar distintas estrategias que van desde el ataque a su autoestima, los insultos, el chantaje, la manipulación sutil o los golpes.
Al principio algún comentario incómodo, un jaloneo o una bofetada pueden parecer como parte del juego entre los dos, pero luego puede tomar dimensiones tan grandes que incluso se llega a la hospitalización o la muerte.
Al principio algún comentario incómodo, un jaloneo o una bofetada pueden parecer como parte del juego entre los dos, pero luego puede tomar dimensiones tan grandes que incluso se llega a la hospitalización o la muerte.
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